Me amenazan,
me pegan, se burlan; los profesores, ni se enteran. Es bonito ver el mundo a
través de un cristal, como lo hace la mayoría de personas; yo no, yo estoy
dentro del cristal, no veo la vida difuminada, de modo que parezca todo genial,
yo la veo nítida, y horrible, tal como en verdad es, derramando sangre y lágrimas,
¿Para qué?, algunos dirán ‘‘tienes a tu familia’’, pero ellos algún día fallarán,
no tengo primos y soy hija única, al final quedaré yo solo porque ¿Quién va a
querer a la pardilla de turno? ¿Quién va a querer a la chica de la que todos se
burlan? La respuesta es simple NADIE, tuve una mejor amiga, ahora ella es la
peor de todos, mi monstruo de debajo de la cama, y nos volvemos a plantear la
misma pregunta ¿Para qué? ¿Para qué seguir sufriendo? Para nada, y con estas
palabras me despido antes de ponerle a mi vida un final.
Muchos niños
y adolescentes, en su mayoría chicas, sufren de acoso escolar, también conocido
como bullying. Este acoso escolar deriva a la depresión de la víctima y en
muchos casos el suicidio de la misma.
Si tú eres el
acosador/a: déjalo/a, ¿De qué te sirve burlarte? Posiblemente causes daños
irreparables, o incluso la muerte de la persona a la que estás acosando.
Si eres la
víctima: habla con tus padres o con los profesores, ellos te ayudarán y pararán
el acoso, antes de que vaya a más.
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