Los funcionarios de la madrileña cárcel de Alcalá Meco han
encontrado muerto este viernes a Ahmed Chehl, el supuesto asesino de Eva Blanco.
Los investigadores tienen el suicidio como principal causa del fallecimiento,
ya que se le ha hallado ahorcado con los cordones de sus zapatillas. Además, ya
intentó quitarse la vida en Francia, tras su arresto. Entonces, trató de
cortarse la yugular con un pequeño objeto de hierro o un cristalito, según
indicaron entonces fuentes judiciales galas.
Fuentes de
Instituciones Penitenciarias han asegurado que se había puesto en marcha el
protocolo de prevención de suicidios, pero este se quitó el 16 de diciembre
tras recibir los informes médicos favorables. También se le había asignado un compañero
para que le vigilase, conocidos como "internos de apoyo”. Este se mantuvo
a su lado hasta el 8 de enero, cuando se le retiró tras contar con los
dictámenes "psiquiátricos y psicológicos" favorables.
El Cuerpo Nacional de Policía va a investigar ahora las
condiciones de la muerte, según informan fuentes de las fuerzas de seguridad,
que han destacado el gran enfado de la juez que lleva el caso. La los agentes
de policía franceses arrestó a Chehl, un español de origen marroquí, el pasado
1 de octubre, tras recibir una orden internacional de detención. Según la
investigación de la Guardia Civil, el acusado mató a puñaladas a Eva Blanco
Puig el 20 de abril de 1997. La muchacha, que tenía 17 años, regresaba a casa
desde una discoteca de Algete (Madrid), su pueblo, cuando se la vio por última
vez.
Durante 18 años, los agentes del Instituto Armado siguieron
las pistas del caso. Y los restos de ADN encontrados sobre el cuerpo de la
joven permitieron dar con Chehl, de 55 años, casi dos décadas después. La
magistrada atribuía al detenido los delitos de asesinato, agresión sexual y
detención ilegal. Aunque, hace solo dos semanas, el arrestado negó su
participación en el crimen y aseguró ante la instructora que dos personas le
obligaron a subir a un coche y eyacular sobre la muchacha.
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