sábado, 21 de enero de 2017

La contaminación del agua


Los seres humanos generamos una gran cantidad de residuos. En España se estima que producimos 460 kilos de basura por habitante cada año. Pero, ¿dónde acaban estos residuos?

Por desgracia, una parte bastante importante llega a los mares. Cerca de cuatro quintos de los desechos marinos provienen de basura de los vertederos que es arrastrada por el viento, y de los desagües. Hay otras fuentes de desechos, como el transporte de mercancías por el mar y la pesca. Entre esta basura hay objetos presentes en nuestra vida diaria, como bolsas, botellas, latas, cuerdas, globos…

De todos los desechos marinos, un 80% es plástico. Se estima que tiramos al mar unos ocho millones de toneladas de plástico al año. El problema es que el plástico no desaparece, sino que se descompone en partes cada vez más pequeñas. De hecho, en el océano Pacífico Norte se encuentra una enorme mancha de basura, básicamente formada por partículas de plástico en suspensión, que es tan grande como la Península Ibérica. Y no es la única: hay otra gran mancha en el océano Atlántico.

Toda esta basura acarrea grandes problemas a la flora y la fauna marina. Las redes de pesca a la deriva son muy peligrosas para los animales ya que les pueden producir heridas y pueden asfixiarse. Los trozos de plástico les causan graves daños, ya que los ingieren creyendo que se trata de presas, y esto en algunas ocasiones les provocan la muerte por perforación de tejidos o el bloqueo del paso de la comida. En concreto las bolsas de plástico les llenan el estómago y engañan haciéndoles sentir que ya están saciados. Cuando se trata de pequeñas partículas no les causa ningún daño, pero hace que entren en la cadena alimenticia, afectándonos también a los humanos.

Las ciudades y organizaciones llevan a cabo diversas técnicas para retirar los residuos marinos. Muchas ciudades emplean máquinas limpiadoras de playas que recogen la basura que hay a lo largo de la costa. Otros lugares retiran los desechos que flotan en el agua, sobre todo cuando pueden impedir la navegación. En los ríos se colocan pequeñas trampas que atrapan los residuos antes de que lleguen al mar.

Nosotros también podemos ayudar a cuidar nuestros océanos reduciendo el uso del coche y el consumo de energía, utilizando menos bolsas de plástico y productos que tengan plástico en general y reutilizando botellas de agua, informándonos sobre los océanos y la vida marina, y, por supuesto, no arrojando nada al mar.

Violeta Garrido Martínez, 2ºA ESO


2 comentarios:

  1. Me parece un artículo muy interesante y también pienso, que hay que cuidar el agua, ya que es el elemento mayoritario del planete.

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  2. Un gran artículo, me ha parecido muy interesante

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