jueves, 1 de octubre de 2015

ALAS ROTAS


Sentí como caía, el peso de mi cuerpo precipitándose al vació, lentamente, como si el viento me meciera hasta dormirme, lo peor fue el suelo, estrellarme contra el cemento. Pensé que al asumir la caída, me seria mas fácil levantarme; continuar, reconstruir mis alas rotas por el cemento,
 rasgadas por el viento, contaminadas por el humo. Pero sigo igual, nada me afecta, ni el hambre ni la sed; el cansancio no se siente en mí; odio y rabia, mis sentimientos mas arraigados, consumidos
 por la pena, el dolor, la sensación de no pertenecer a nada. 

Ahora estoy con ellos, me han ayudado a salir adelante, a aceptar que le pasado es solo eso, pasado; que el presente es lo importante, con él se construye el futuro. Cuando me hablaron por primera vez, mis oídos se cerraron a sus palabras, no quería escuchar, saber la verdad dolía demasiado. Poco a poco las heridas se cerraron, solo quedaron las cicatrices, prueba viva de la verdad. Se puede salir, no importa lo que pasó, pasado está
 estoy con ellos, me han ayudado a salir adelante, a aceptar que le pasado es solo eso, pasado; que el presente es lo importante, con él se construye el futuro. Cuando me hablaron por primera vez, mis oídos se cerraron a sus palabras, no quería escuchar, saber la verdad dolía demasiado. Poco a poco las heridas se cerraron, solo quedaron las cicatrices, prueba viva de la verdad. 

Se puede salir, no importa lo que pasó, pasado está, nada importa ya, si tienes a alguien que te guía, porque te empeñas en aferrarte a lo que te hace daño. Déjalo marchar, todo lo que no te haga daño, merece la pena, aquello que te haga sentir una persona de verdad, consérvalo. Y esas alas rotas, poco a poco, se irán reconstruyendo. La verdad duele, pero la mentira mata.


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