Érase una vez, una perrita con su cachorro recién nacido. Estaban buscando comida en el bosque cuando oyeron unos maullidos muy fuertes. Rápidamente, muy intrigados fueron a ver lo que pasaba.
Se trataba de dos gatitos pequeños, a los que se le había muerto la madre.
Ella, llena de valor los cogió, y se los llevó a su cueva, movida por la pena , decidió cuidarlos con su cachorro, pero había un problema con la comida, no se los podía llevar a todos eran demasiados pequeños para aguantar la caminata, y tampoco los podía dejar en la cueva, por miedo a que el lobo se los comiese.
Se le ocurrió una idea, hacer con una roca una puerta tapando el hueco de entrar a la cueva , quedando un trozo sin tapar para q los cachorros pudiesen respirar y ellos pudiesen jugar.
los cachorro se hicieron mayores y se empezaron a protegerse solos , pero juntos.
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